martes, 11 de febrero de 2014

Adiós, Gandolfini, adiós

Sobran las palabras/Enough Said (Nicole Holofcener, 2013)

Que James Gandolfini es un actor de puta madre, muchos lo sabemos. Que estaba encasillado por su físico, también. Y si no fuera gracias a Los Soprano, habría quedado relegado a papeles de reparto más o menos importantes. Por eso ver esta película es una sensación agridulce: es un papel protagonista; en una comedia que nada tiene que ver con sus otros papeles de duro. Gandolfini lo borda y nos demuestra el rumbo que podría haber tomado su carrera si no hubiera muerto el año pasado de un ataque cardiaco. ¡¡¡Mierda!!!

Es impresionante como un tipo de más de 120 kilogramos y metro ochenta y pico de altura puede clavar el personaje de un tipo divorciado, bonachón, no muy avispado con las mujeres y acomplejado precisamente por sus dimensiones. Nada que ver con esos matones seguros de sí mismos que no duden en reventar cabezas a la mínima de cambio a los que nos tiene acostumbrados.



El personaje interpretado por Gandolfini conoce por casualidad a una mujer (Julia Louis-Dreyfus) No es un flechazo peliculero de esos que tanto daño han hecho. Al principio, a ella ni siquiera le atrae él. Pero se van gustando y establecen una relación. Hasta que conoce por casualidad a la ex mujer, quién empieza a hablarle de los defectos de este grandullón.

Lo que podría haber sido una cutre comedia de enredo, con coincidencias sospechosas, se convierte en una historia totalmente verosímil con tonos agridulces con la que es fácil ponerse en la piel de los personajes y sentirse identificado. Nada rocambolesco made in Hollywood. Cero aspavientos innecesarios.

Una historia cercana, excelentemente interpretada y que te deja una sonrisa en los labios que a veces se te queda congelada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario