sábado, 30 de noviembre de 2013

¿Hacía falta una nueva peli de Superman?

El Hombre de Acero (Man of Steel) Zach Snyder. 2013

Yo, con las películas, debería hacer como los jurados en las películas americanas: no oir nada relacionado con el caso previamente. Porque luego si mi opinión coincide con una crítica, no se si me ha influenciado o, simplemente, comparto por procesos mentales propios esa opinión. Quiero pensar que tengo criterio.

Así que diré que coincido con aquellos a los que El Hombre de Acero (Man of Steel, 2012. Zach Snyder) no les ha dado ni frío ni calor. No es una basura, pero no es una buena película. En una frase, la primera mitad es demasiado coñazo y la segunda es todo explosiones y efectos especiales a cascoporro que marean y embafan (y mira que a mi me gustan los efectos especiales) Es como si alguien va a una boda y se supone que tendría que haber traído tracas y petardos, pero se le ha olvidado. Cuando vuelve de buscarlos dice: "hay que gastarlos, que para eso se han comprado. Los tiro todos a la vez" Y a la gente le revienta los tímpanos de una manera que ni siquiera disfrutan del espectáculo esos que lo flipan con este tipo de fuegos artificiales.

Mira que el director es Zach Snyder. Para mi eso, a priori, ya es una garantía de cierto estilo e intensidad. Todo lo que he visto de él me ha gustado bastante. Ya me gustó su debut con el Amanecer de los Muertos (un remake muy entretenido del siempre sobrevalorado George Romero) Soy rendido fan de 300 (no por los tipos con tabletas de chocolate y en calzoncillos, malpensados) A Watchmen le he tenido que dar un par de vistazos pero cada vez me parece mejor y Sucker Punch (a todo director le toca su fiascazo) me pareció cojonuda (curiosidad: atentos a las increíbles versiones de clásicos que componen su banda sonora) Luego tiene por ahí una de animación de unos búhos (¿eing?) pero como que pasando de verla.


Y llegamos a Superman. Y la primera pregunta viendo el resultado es ¿hacia falta? Yo no soy mitómano. De hecho, ves los supermanes del Christopher Reeve y te entra la risa floja. Y los efectos especiales son como las armas, se avanza a base de probarlas. Y de ponerte tripa abajo sobre una mesa con un fondo de imágenes tomadas por un avión a lo que hacen ahora los putos ordenadores que parece que el tipo vuela de verdad no parece que hayan pasado treinta y tantos años, sino trescientos.
Superman, bearing his traditional red and blue costume, is shown flying towards the viewer, with the city Metropolis below. The film's title, production credits, rating and release date is written underneath.

Pero cuando te cuentan "1,2,3 despierta" y sales del coma inducido por unos efectos brutalmente conseguidos, nos quedamos con una historia que no nos aporta nada a lo que ya sabíamos y en la que se recrean demasiado (claro, porque sale Rusell Crowe y quería sus minutos de protagonismo): que si Kripton va a petar, que si te envío a la Tierra por la vía rápida, que si te a buscar unos exilados que en la Tierra son tan fuertes como tú (me suena a mi de cuando vi Superman 2)

Y un fallo muy gordo es convertir la relación Clark Kent-Superman en un clon de la dualidad Bruce Wayne-Batman. Ya no es un muchacho de Kansas tímido sino un ser atormentado por su pasado. ¿Casualidad? Pues me temo yo que el hecho de que el director y guionista de la última trilogía de Batman (Christopher Nolan) sea el productor y guionista de El Hombre de Acero ha hecho que se haya copiado a sí mismo (las de Batman son tan buenas que se le habrá gastado el "celebro") Vamos, que parece a veces que estés viendo Batman 4.

En cuanto a los actores, Henry Cavill está normal (que no digo que mal, pero que tampoco es para flipar), la Amy Adams me cansa (que sale en todos los lados) y de malo está el Michale Shannon, estereotipado de malo del copón (versión, soy cabrón pero por vuestro bien) pero porque no le queda otro remedio. De todas maneras, su propio físico y el hecho de que sea un buen actor (tenéis que ver Take Shelter) hace que sea de los mejorcito de la función. Russell Crowe hace de Gladiator.

Comparando, me quedo con la anterior película de este superhéroe, Superman Returns, de Bryan Singer (el de los X-Men, trilogía igualmente cojonuda) No se recrea en el pasado, cuenta una historia nueva, tiene a Kevin Spacey de Lex Luthor... Y eso que también es flojeta. Así que os podéis imaginar el percal.

lunes, 25 de noviembre de 2013

Recreativos, indie, amor y Manga (Scott Pilgrim contra el Mundo, Edgar Wright, 2010)

Como en una buena receta de cocina (se nota que soy un tripero) hay que saber elegir los elementos, combinarlos y luego, cocinarlos. Especialmente en platos que combinan muchas materias primas y que si no paras cuenta te pueden embafar. Después de esta metáfora tan elaborada (me duele la cabeza del esfuerzo), tengo que decir que el director inglés Edgar Wright es un cocinero de puta madre. Y que su película Scott Pilgrim contra el Mundo (Scott Pilgrim vs The World, 2010) es un plato exquisito.

Está basado en un cómic. Pero yo no lo conozco. Mejor, así paso de hacer la comparación y me quedo con este Scott Pilgrim como película. A priori, un film que mezcla espíritu de videojuego Arcade de máquinas recreativas, estética de cómic manga, música independiente, cine de acción y comedia adolescentil ¡¡¡romántica!!! podría convertirse en un batiburrillo del copón. Pero Wright se lo curra (iba a poner algo de fogones pero ya no me sale de los cojones seguir con la alegoría gastronónica); como digo, Wright se lo curra y hace una película entretenida, divertida y muy original.

Tengo 40 tacos, mi romanticismo empieza y acaba en el escroto, nunca me han interesados los comics (como mucho, los tebeos cuando era zagal) y era malo a rabiar jugando a las "maquinetas", como decíamos en mi pueblo. Eso os lo digo para que veáis lo lejos que estoy yo de una película con los elementos que os he descrito hace tan solo unas líneas. Eso sí, más o menos me gusta el tipo de música y de ahí que me he bajado la banda sonora echandostias.


File:Scott Pilgrim vs. the World teaser.jpg

Ayuda a la película un reparto encabezado por Michael Cera, que encaja perfectamente en el papel de "lánguido" modernete. En mi afán por no joder la película no os contaré casi nada de la trama. Es algo que me jode sobremanera de la gente que va por ahí haciendo "críticas" (¡¡¡tío, para explicarme si está bien o no, no me cuentes la puta película!!! Y, además (ventaja importante) estos artículos se acortan. Pero sí os diré que el personaje interpretado por Cera conoce el amor y tiene que luchar por él. Un tema muy manido pero que está resuelto con unos grandes aciertos visuales, unos diálogos ágiles y con gracia y unas dosis de acción que nadie se espera a priori.

Quiero destacar una banda sonora con varios temas de una fake band (banda de mentirijillas) que tienen tres actores de la película: Sex Bob-om. No existe pero debería existir porque la media docena de temas que cantan son cojonudas, no, lo siguiente. Además, no falta Frank Black (The Pixies), Beck; e incluso T-Rex y Rolling Stones. Los temas encajan totalmente con el rollo de la película.

A veces no sé qué coño quiere decir alguien cuando habla de una película "fresca" pero creo que Scott Pilgrim vs The World es la película en la que yo podría emplear ese adjetivo.

Qué peligro que tiene el Besson (Lockout, James Mather y Stephen St. Leger. 2012)

Si algo peor que una americanada hecha por yanquis, es una americanada hecha por franceses. Es lo que pasa al imitar un cine, en este caso de acción, que no es el de uno: se cogen tópicos ya manidos en las producciones de Hollywood y se exageran aún más hasta que parecen salidos de la mente de un zagal de ocho años. Ya nos pasó a los españoles e italianos con las películas del oeste. Los westerns con los estereotipos más brutales se rodaron en Almería y no en Colorado. Para colmo, estas imitaciones suelen ser aburridas de cojones. Yo no sé qué le pasa a los franceses cuando hacen cine. No se dan cuenta de que en una película de acción no te puedes pasar la mayor parte del metraje charra que te charra. ¡¡¡Coño, quiero ver hostias como panes!!! ¡¡¡Y las quiero ver ya!!!

A Luc Besson le deberían poner una orden de alejamiento de cualquier aparato, mecanismo, chisme, persona o instalación que tenga que ver con el cine. Se casca cada bodrio que se queda solo. Y siempre plagiando, imitando y deformando los géneros cinematográficos, que están ahí tan tranquilos hasta que viene el tipo y los destroza.

Algunas de sus primeras películas francesas no estaban mal (El Gran Azul, Subway, Nikita) pero fue poner un pie en Hollywood e írsele la pinza. Y lo peor es que el tipo se toma en serio. Porque cuando no comete crímenes contra la retina como director las engendra como productor, animando descabelladamente a pequeños Luquitos-Besson a hacer las mismas franco-americanadas que su papá.


File:Lockout film poster.jpg

Producción suya es Lockout, protagonizada por Guy Pearce y dirigida por James Mather y Stephen St. Leger (que no tengo ni pajolera idea de quiénes son) Tenemos una prisión espacial en un futuro cercano en la que están los más malos de la Tierra (toda una ristra de villanos de cartón-piedra). Tenemos a un agente especial más duro que el granito rebozado de titanio al que se le ha tendido una trampa culpándole de algo que no ha hecho (una mezcla bastarda con unas gotas de Harry el Sucio, otras del John McLane de la Jungla de Cristal y unos toques de Martin Riggs de Arma Letal). Y, rizando el rizo, tenemos a (redoble de tambores) ¡¡¡la hija del presidente de los Estados Unidos que pasaba por allí y que es cogida como rehén!!!

La trama de la película es...ya no hay más. Con ese batiburrillo, los malos son más malos que en las películas yanquis; los buenos, más duros y cínicos que en USA; las explosiones más ruidosas...y el tedio también es mayor. Vamos, de esas películas en las que me cabreo solo como un mono al final por haber perdido tan miserablemente el tiempo.

Mira que a priori me tira el rollo ciencia-ficción y leña aunque sea para pasar el rato. Pero este tipo (como tantos otros mediocres) me lo pone muy difícil.

sábado, 23 de noviembre de 2013

Apocalipsis casero (Los Últimos Días, Álex y David Pastor, 2012)

No puedo evitarlo. La perspectiva de una película apocalíptica me la pone dura. La putada es que, en general, suelen ser tan malas (y no por baratas, que a veces también, sino por mal resueltas) que al final me producen un destrempe total. Pero la premisa argumental de "salvese quién pueda", de que la vida como uno la ha conocido se acaba un día de golpe, no deja de ser una especie de catarsis. A algunos les permite encontrar un sentido a su vida; sentido que no tenía en su existencia "normal" previa, mientras luchan por la supervivencia.

Quizá es eso lo que me mola. En mi subconsciente me veo como el héroe cuando, por mi perfil, sería más bien al que muerde el zombi en el segundo 30 de película o el que la palma del virus pandémico a las primeras de cambio. Pero de ilusión también se vive. Aparte, está mi teoría de que para que este planeta vaya bien tiene que pegar un petardo del copón que barra a los humanos (a la mayoría de ellos, al menos) de la faz de la tierra.



He visto la película española "Los Últimos Días", de los hermanos Álex y David Pastor. Y me ha sorprendido agradablemente. No inventa nada. Pero es que el inventar y el ser original está sobrevalorado. Yo lo que espero de una película es que sea buena; no solo que se deje ver sino que sea interesante, que te mantenga atento. Si empiezo a mirar el móvil para jugar al Apalabrados, mala señal.

Ya me había gustado bastante su anterior película "Infectados" (Carriers), Made in Hollywood con jóvenes actores yanquis (alguna cara adolescentil conocida) Una de virus que se carga a la peña a pasos agigantados. Huyendo totalmente de efectismos, tripas y sustos fáciles había un intento de aproximación moral y psicológica a eso de ¿miramos por nosotros mismos y que le den por culo a los demás?¿Hasta que punto nos fiamos del resto de gente que nos cruzamos por el camino?¿Vale la pena seguir viviendo en un mundo de espiazado? En fin, se dejaba ver con esa sensación agradable de que no se te han reído en la puta cara.

Eso sí, ya sé que no tiene nada que ver con la película pero que a un film apocalíptico sobre un virus, le siga otro fin apocalíptico sobre una enfermedad es, cuando menos, fijación de estos directores. A ver de qué va la tercera. Igual es que están haciendo una trilogía.

La premisa de la película es interesante, al mundo mundial le da un ataque de agorafobia y no se pueden moverse de donde porque han generado pánico a los espacios abiertos. Solo se mueven por túneles y estaciones de metros, cloacas, interior de edificios... Bueno, es un pelín más original que lo de los virus, los zombís y por ahí. Desde ahí, vemos la lucha del protagonista para encontrar a su novia. Su viaje se convertirá una odisea. Lo dicho, nada nuevo bajo el sol. Pero la película es entretenida (no bostecé ni una vez)


¿Ventajas? Unos actores españoles buenos y que lo hacen bien. Normalmente, en Hollywood, estas películas les tocan a adolescentes que quieren pegar el salto y actores secundarios. En bastantes ocasiones, la capacidad interpretativa es justica. Como la industria española es infinitamente más limitada, el resultado es que esta película cuenta con buenos actores que podrían estar en cualquier otro tipo de película (de hecho, lo han estado) Ahí tenemos a Quim Gutiérrez, que lo hace de puta madre; José Coronado, que no es santo de mi devoción pero que tiene un puñado de papeles que para mi ya lo reivindican (Caja 507, No habrá paz para los malvados...) y la siempre maravillosa Marta Etura. Claro, buenos actores, buenas interpretaciones. Y eso ayuda, y mucho, al film.

Por una vez, la ciudad apocalíptica no es Nueva York, Los Ángeles o Philadelphia. Es Barcelona. Una Barcelona reconocible, con nombres propios de lugares. Los directores no la esconden, como pasa en otras producciones que aspiran a ser internacionales y en las que tienen la sensación de que una ciudad española no es suficientemente cool. Y una anécdota, se oye hablar en catalán en momentos del cine, integrado perfectamente en los diálogos que generalmente son en castellano. Una normalidad en la convivencia lingüística de la que más de uno debería aprender.

Como pequeña crítica; en algún momento de la película creo que la gente se ha "asilvestrado" demasiado para hacer solo tres meses que se produce la catástrofe. Hay casos en los que creo que el proceso de degradación se les va de las manos. Aunque he de decir que son casos puntuales y que, en general, el proceso de degradación es verosímil.

Películas como ésta son necesarias. No todo va a ser Guerra Civil, putas y travestis. Comercialidad con calidad es una buena receta a mi entender. Y por eso agradezco a los hermanos Pastor; pero también a Álex de la Iglesia, Jaume Balagueró, José Antonio Bayona y tantos otros que le hayan echado pelotas y se hayan atrevido con este tipo de películas de "género", que no tienen nada que envidiar a ninguna producción extranjera.

martes, 19 de noviembre de 2013

Mendes vs Mendes (Un Lugar donde Quedarse, 2009 vs Skyfall, 2012)

Recientemente he visto las dos últimas películas de Sam Mendes: Un Lugar donde Quedarse (Away We Go, 2009) y Skyfall (2012) La primera me sorprendió agradablemente y la segunda me aburrió bastante. Obviamente, no tienen nada que ver con las dos obras maestras que son las dos primeras películas del director inglés American Beauty (1999) y Road to Perdition (2002). La segunda, sobre todo, me parece la hostia. Pero como suelo decir, películas normalitas de directores buenos le pegan mil vueltas a la mejor película que pueda hacer un mediocre.

Tanto Un Lugar para Quedarse como Skyfall son películas de género: la primera es una comedia y la segunda, una cinta de aventuras, sección espías, apartado 007. En la primera se gastó 7  millones. En la segunda, 200. Ya son puntos de partido distintos que pueden marcar un film, dando libertad en el primer caso y restándola, precisamente, en el segundo.

Away We Go cuenta la historia de una pareja que se quiere y va a tener un hijo. Un punto de partida que visto el panorama de la comedia romántica actual puede dar pavor a priori. Porque se han cometido muchos crímenes contra la humanidad en el cine tomando el nombre del Amor en vano. Pero Mendes no empalaga y nos retrata a una pareja que simpática por méritos propios, especialmente cuando vemos que superan unidos obstáculos en forma de parientes tarados de la cabeza.

Away we go poster.jpg
Frases como "el amor todo lo puede", "Si estamos juntos, no nos hace falta nada más", que han sido manipuladas, almibaradas, pervertidas, sodomizadas y destrozadas en tantas mierdas color merengue, aquí son totalmente lógicas y creibles. No es película de carcajada pero sí de sonrisa amable.

No estaba tan fino el director en la última (hasta ahora) película de 007. Y es que ya son 23 y no saben qué coño hacer para que no nos suene el tema a "más de lo mismo". Que si un agente James Bond (Daniel Craig) más rebotado y malote que nunca, que si una M (ese pedacho de actriz inglesarrrl que es Judi Dench) que pasa de ser un busto a ser una persona con sentimientos e historia bajo su dureza aparente, que si un villano encarnado por un Javier Bardem que no sabes si lo hace como el culo o lo borda (así de confusa es su actuación y el papel que le ha tocado al pobre)...

The poster shows a man wearing a tuxedo and holding a gun, standing in front of an image that looks like it was taken from the inside of a gun barrel, with the London skyline visible behind him. Text at the bottom of the poster reveals the film title and credits.

Al final, con ese colmo de rizar el rizo que es seguir haciendo películas de James Bond a estas alturas, me tengo que centrar y dejarme de paranoias. LA PELÍCULA ABURRE. Y eso lo dice todo en una película de acción que, además, tiene algunas escenas de acción remarcables. Pero, en general, la película es bastante tostón. Es lo que pasa cuando pillas a un director/autor para una película en la que quién la dirige debería ser lo de menos.

Este es un gran error. ¿Cómo un reputado director deja su huella en una enésima secuela pero a la vez conserva la espectacularidad y el entretenimiento de una película de género? No sé la fórmula. Y, al parecer, Sam Mendes, tampoco.