martes, 23 de septiembre de 2014

Muérete 500 veces para salvar al mundo

The Edge of Tomorrow (Doug Liman, 2014)

Tom Cruise era un tipo que me parecía bastante hostiable. Hablo de mi consideración de sus dotes de actor. No conozco a ese señor y me la pela si es cienciólogo. Así que no lo voy a juzgar fuera del celuloide. Pero con la honrosa excepción de Risky Business (un film que siempre me ha gustado) su producción cinematográfica me dejaba bastante indiferente... Hasta que llegó El Último Samurai, uno de esos clásicos privados que tengo (junto a El Guerrero Número 13 o la Princesa Prometida) que hace que la gente me frunza el ceño (claro, como no es Melancholia, de Van Trieeeeeeeeeeeeeeeeeerrrrs -hágase con voz de Joaquín Reyes-...)

A ver. Que está claro que sus dotes interpretativas son justicas, pero que ya no me parece tan pésimo como en sus tiempos ochenta-noventeros. Sin ser un fan, ahora ya puedo ver una película de este señor. Me vienen a la memoria las Mission Impossible (cualquiera de las cuatro se puede ver, aunque la 2 de John Woo con su pretendido estilo es bastante infumable -por eso descansa merecidamente en el limbo fílmico-), la adaptación de Spielberg de la Guerra de los Mundos; me gustó Oblivion...

Este Edge of Tomorrow la voy a incluir en la lista. Interesante película de acción (supongo que tiene que ver que el director, Doug Liman, haya rodado alguna de la saga Bourne y otras de tiros) No se hacen pesadas las casi dos horas que dura. Y eso que la película se basa en una premisa que podría ser bastante cansina (Cruise vive una y otra vez el mismo día en un mundo afectado por una invasión alienígena) La historia está bien hilvanada. Los alienígenas, pues bueno, que es que ya no saben qué hacer para que no se parezcan a los que hemos visto en cuarenta mil películas anteriores. Tienen algo que podría ser medio nuevo y tienen algo de los alienígenas malotes de siempre (conciencia única, dominar la tierra y blablabla)


Ayuda y mucho que la compañera de reparto sea la espectacular Emily Blunt. No lo digo por lo físico, aunque aquí se ha metido horazas de gimnasio sino porque igual hace una comedieta romántica de lánguida tontuna como aquí de soldada vengativa que es terminator y chaka chaka norris juntos. Y para que dé el pego en las dos hay que ser una actriz de mil pares de cojones.

El resto de actores no existen. Me son totalmente desconocidos y sus papeles no son secundarios, sino terciarios. Están por ahí Brendan Gleeson, que mola mil (haciendo de general) y Bill Paxton (un grande) que le toca de sargento chusquero. Pero sus presencias son anecdóticas.

Obviamente, efectos especiales de la hostia y el copón pero sin avasallar.

Aprobada

La fuerza de la gravedad

Gravity (Alfonso Cuarón, 2013)

Perdonad la chanza barata, pero Gravity es una película de gran fuerza (por lo de la fuerza de la gravedad y eso. Explicado es peor) Horeta y media escasa (¡Hostias, película de Hollywood con estrellazas -Sandra Bullock y George Clooney- y no dura cuatro horas! Puntazo a su favor) y una historia simple pero muy entretenida (no aturullada como la gran mayoría de acción moderna, sino de las que te mantiene en tensión en todo momento) Es decir, puro pasar el rato pero de la mejor manera posible.

Es de agradecer en un panorama, especialmente el Hollywoodiense, en el que te machacan con cámaras manejadas por personas que parece que tienen el Parkinson con explosiones incesantes que ponen en peligro tus tímpanos. En cuanto a las interpretaciones, Sandra Bullock está muy bien (y está muy buena en esta película) pero George Clooney parece que está pasando el rato. Le da a su astronauta un toque de cowboy pasota que no me acaba de cuajar. En cuanto a la dirección, no se nota demasiado que la película es del mexicano Alfonso Cuarón. Podría haberla hecho cualquier artesano con menos nombre.

Gravity

Obviamente, como en todo producto de entretenimiento, las situaciones se extreman demasiado y algunas secuencias de acción se pasan de frenada. Pero, siguiendo mi teoría (una película es buena si cuando acaba te da la sensación de haber aprovechado el tiempo invertido) se trata de un producto muy digno ante el que vale la pena sentarse en el sillón. Eso sí, sale perdiendo si tenemos en cuenta que le dieron ¡¡¡7 putos Óscar!!! Pero bueno, es el concepto que tienen los yanquis de las películas que merecen premios difiriendo bastante de la opinión que cunde en festivales europeos. Ahí tenemos la carretada de Óscar de Titanic, Braveheart, Forrest Gump y otras del estilo.

Pero que vamos que yo cuando veo la peli me la suda los premios que le han dado. A mi me gusta o no me gusta.

lunes, 23 de junio de 2014

El Magazine Perfecto

Como teleadicto, me he alegrado muchas veces de pillar las cadenas catalanas. Dejando aparte su papel como instrumento político (en el caso de las públicas) y centrándome en su aspecto de información y entretenimiento, encajan en general en mi concepción de lo que debe ser la televisión: producción propia, alejarse de telerrealidades y programas que hurgan en los más bajos instintos... 8tv era una televisión local de Barcelona que con el boom de la TDT se ha convertido en lo que puede denominarse como el canal privado más importante de Cataluña.

Es de medios modestos pero en su programación tiene un diamante que me parece, sin exagerar, el mejor magazine de tarde que existe en la televisión española (al menos de las cadenas a las que yo tengo acceso). De hecho, para mi es el modelo casi perfecto de programa de entretenimiento de tarde. Está encabezado por Alfonso Arús, quién me parece un profesional del copón y cuya larguísima trayectoria en televisión no vamos a descubrir a nadie. El programa que defiende desde doce temporadas se llama Arucitys y yo lo he descubierto en esta última.

Lo primero que mola es el buen rollo que desprende todo el equipo: los de delante y los de detrás de las cámaras. Hombres, mujeres, heteros, gays, jóvenes, menos jóvenes. Parece que han ensayado la fórmula en el laboratorio porque consiguen una combinación muy equilibrada.

Es una filosofía diametralmente opuesta al malrrollismo tipo Sálvame que potencia la rivalidad de los "colaboradores" para generar audiencia. Arucitys habla de todo: corazón, actualidad, televisión, deportes, sucesos, el tiempo... Así que lo puedes ver enterito o te miras el/los trozo/s que más te gusten. Cuando tienen que criticar, lo hacen con inteligencia, sin necesidad de faltar. Con ironía, un concepto que haría que los buitres de Sálvame fruncieran el ceño porque desconocen su significado.

Los de Arucitys ni son lameculos ni insultan, que son los dos polos que suelen verse en este tipo de programas. Son frescos y divertidos. Y sobre todo inteligentes, que ya vale de tanto ondas hertzianas de encefalograma plano.


domingo, 1 de junio de 2014

Sexogenarios

Si viéramos a gente joven dándose el lote en la calle seguramente no nos extrañaríamos. Pero si esas dos personas fueran dos abuelos, fijo que pondríamos cara rara en plan: "pero, ¿estos que hacen?¿se les ha ido la pinza?" En esta sociedad de tabús, clichés y normas artificiales el sexo entre personas de la tercera edad es algo poco menos que no existe o no debería existir. Hay incluso expresiones acuñadas como "viejo verde" (aún no he visto yo que a nadie se le llame joven verde por pensar y practicar el sexo). Vaya gilipollez. Se puede disfrutar del cuerpo propio y del del otro a cualquier edad. Y esta película es una canto a esa libertad sexual.

Pues ese es el tema que trata "la Vida comienza Hoy", de la cineasta catalana Laura Mañá. Alrededor de varios personajes que acuden a una clase de sexo en un centro cívico se articula la película que hasta ahora se ha aproximado de una manera más honesta y natural a este tema de entre las que yo he visto. Ayuda, y mucho, la calidad del impresionante reparto, con actrices como Pilar Bardem (que borda el papel de abuela cascarrabias que se libera de su asfixiante vida anterior) o Rosa María Sardá (encarnando muy convincentemente a una sexóloga)



Mañá es muy valiente mostrando sin tapujos el sexo entre mayores enseñando piel con piel y besos de tornillo. No se recrea en ello pero tampoco esconde las escenas íntimas porque se nota que quiere reivindicar la naturalidad con que se debe afrontar este asunto. El abanico de situaciones va desde la masturbación, el flirteo, el sexo apasionado en pareja...

Pero el film va más allá del sexo y también aborda de manera muy naturalista otro tipo de relaciones que competen menos al cuerpo y más a la cabeza y el corazón. La película tiene un tono ligero (en el buen sentido de la palabra, nada de disquisiciones filosóficas) y transita magistralmente entre situaciones cómicas y otras que lo son menos, invitando a la reflexión.

Es una película que recomiendo encarecidamente y Laura Mañá, una directora con una mirada muy personal a la que hay que seguir la pista.


miércoles, 21 de mayo de 2014

Cambia tu destino en ocho minutos

Source Code (Duncan Jones, 2011)

Un oficial del Ejército Norteamericano está obligado a vivir los mismos ocho minutos una y otra vez. Lo hace por una buena causa ya que se trata de evitar un gran atentado en una ciudad de Estados Unidos. Y hasta aquí puedo contar.

Esa es la premisa del segundo film de Duncan Jones, director de Moon e (anecdótico) hijo del músico David Bowie. La película pertenece al estilo "alternativo" al que yo puedo aspirar sin que se me fundan las neuronas: no es demasiado rara, es lo suficientemente comercial, es entretenida pero también te plantea algunas cuestiones filosóficas... El medio camino en el que parece encontrarse mis preferencias.

No solo se trata de una película fantástica que te mantiene en tensión hasta saber si se va a poder evitar el atentado o no (aunque funciona perfectamente en este sentido como film de suspense) sino que también plantea dilemas morales que cuestionan el sistema que se ha inventado para "viajar en el tiempo" y cómo afecta al soldado que está siendo utilizado como conejillo de indias.


File:Source Code Poster.jpg

Se las apaña también para encajar una historia de amor y, al contrario de lo que ocurre en otras películas, no se forma un batiburrillo sino que todas las piezas encajan (thriller, historia amorosa, dilemas morales...)

A pesar de repetirse esos ocho minutos varias veces, las aproximaciones desde distintos prismas y el avance de la historia evita que el argumento se nos haga pesado. Ayudan el buen trabajo de las actrices Vera Farmiga y Michelle Monaghan y el protagonista masculino, Jake Gyllenhaal. Este actor tiene un físico "raro" y no le acabo de pillar el punto pero sí es verdad que, por ejemplo, me encantó en el papel de ese pequeño clásico moderno del cine fantástico que es Donnie Darko (no confundir con la de mafiosos de Al Pacino y Johnny Deep: Donnie Brasco) Y también tiene apariciones destacadas en Zodiac y Jarhead. Pero cuando le ponen de héroe de acción no acaba de funcionar.

Así que se queréis pasar un rato entretenido y os apetece ver una película fantástica que huya de la efectoespecialitis tan dañina para el género, ésta es una buena opción.

miércoles, 30 de abril de 2014

Yo no voy a llorar por el cierre de siete canales de TDT

La campaña que están haciendo tanto Mediaset como A3Media rajando del Gobierno porque les obliga a cerrar siete canales de TDT empieza a darme ya puto asco. Obviando el fondo de la cuestión (me la pela si las cierran con razón o no) tengo que decir que muchos, entre los que me incluyo, no echaremos de menos demasiado ninguno de estos canales.

Y lo digo incluso con un punto de rabia porque fui de los inocentotes que pensaron que con más canales habría más oferta televisiva a la que le exigía unos mínimos de calidad que no se han cumplido en absoluto. Como ávido consumidor de películas soy de los que me froté las manos cuando supe que iba a haber un canal cinematográfico: laSexta 3. Pero ese canal me ha ido decepcionando día a día, mes a mes, con su apuesta rácana por la repetición continua de películas, su exceso de basura fílmica de ínfima calidad y el olvido sistemático del cine español. La Sexta3 se estaba convirtiendo en un canal anticine.

También me ilusioné con la posibilidad de ver documentales. Me daba igual sobre qué: el Universo, las gacelas del Serengueti, la vida en el antiguo Imperio Romano... Una buena oportunidad para entretenerte un rato mientras aprendes cosas. En su lugar, nos han machacado con paletos de los pantanos que cazan cocodrilos, otros paletos que se recorren los trasteros del mundo y los compran a ciegas; más paletos que empeñan sus pertenencias a usureros y un largo etcétera de "realities". Así que cada vez que hablan de canal documental, me sangran los oídos.

Qué decir de una cadena musical que no pone música o esos recipientes que ya ni disponen de personalidad propia y que parecen ser temáticos de una sola serie, cuyos episodios se redifunden una y otra vez durante horas y horas. Sabes que en cualquier momento del día cuando en tu enésimo zapping pases por ese canal, esos personajes estarán allí diciéndote: "Déjanos saliiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiir".

Más cantidad de algo no es mejor en sí mismo si no va acompañado en este caso de una calidad que ha brillado por su ausencia. Para mí, quedan aún muchos canales por cerrar.

Clooney, con crisis de mediana edad

The Descendants (Alexander Payne, 2011)

Me parece que The Descendants es de lo más alternativo que yo puedo ver, lo cuál no es mucho decir porque aunque la historia se centra en una familia desestructurada, (que al final tampoco lo es tanto), la estructura narrativa es muy clásica: inicio, nudo y desenlace; con una sobria puesta en escena. Pero no deja de ser irónico ver al picha brava de George Clooney encarnando a un amantísimo esposo ausente que se replantea su matrimonio mientras su mujer está en coma. Para más Inri, descubre que ésta le está poniendo los cuernos bien puestos.

Clooney no lo hace mal en el papel de maduro entre confundido y despistado. En el fondo es un bonachón y no sabe por qué las cosas se le han ido de las manos. Bueno, sí que lo sabe, porque ha estado currando cuando podría haber disfrutado de una suculenta herencia por esos rollos puritanos de "do it yourself" que evitan moralmente vivir de rentas. Un viaje físico para buscar al amante de su esposa se convierte también en un viaje sentimental que pretende acercarle más a unas hijas que son unas prácticas desconocidas: la mayor está en un internado por abuso de drogas; la pequeña es una abusona en el colegio.

A man looking over his shoulder at the beach behind him, two people standing in the distance by the water.

Eso sí, no os asustéis es todo muy amable y muy civilizado. Hablan mucho y toman muchos cócteles porque están en Hawai donde, avisa Clooney, no están todo el día en la playa tumbados a la bartola como piensa toda la gente de Estados Unidos. Los ricos también lloran en este caso, parece ser la moraleja.

El director es Alexander Payne, que también hizo aquella de Entre Copas, en el que dos amigos se recorren los viñedos de California mientras hablan de la vida. El estilo es muy parecido en ambas. Tienen las mismas virtudes y los mismos defectos pero, en definitiva, se pueden ver y provocan alguna sonrisa.


lunes, 28 de abril de 2014

Minicríticas

Mi ritmo de ver películas supera con creces mis ganas de hacer críticas largas así que me voy a despachar en formato corto las últimas que he visto.

The Red Hornet (Michel Gondry, 2011)


¿Qué hace el guayotas del Gondry (Olvídate de Mi, Rebobine por favor...) dirigiendo una de superhéroes? Pues, en mi opinión, hacer una película que no gusta a los fans de este género ni tampoco a los fans de Gondry. No se ve apenas nada del estilo onírico del director francés en esta película que pretende ser una parodia de superhéroes pero que se queda en un tostonazo. Para los que odian al cómico Seth Rogen (a mi no me cae mal) ya será el colmo de las desgracias porque es el protagonista.

Dr Gus y Mr.Van Sant

The Promise Land (Gus Van Sant, 2012) parece un encargo alimenticio para el director que fue el adalid del cine alternativo a primeros de los 90. Es una película a lo Erin Brokovich, de Soderbergh, no en el sentido de caso real sino como típica película-denuncia a lo Hollywood (con dineros y actores buenos, me refiero) El representante de una gran compañía de gas natural (Matt Dammon) llega a un pequeño pueblo prometiendo prosperidad y dinero a espuertas. Ahí sufre una crisis moral. No está mal cómo se tratan los distintos puntos de vista, tanto de los currantes de la compañía de gas como de los vecinos del pueblo (a unos se les hacen los ojos chiribitas con la pasta y otros no se fían miaja) Está entretenida pero, sobre todo, la salvan actorazos como Frances McDormand y un veteranísimo Hal Hoolbrok. De paso, raja un poco del fracking (sacar gas a base de cascar agua a presión bajo tierra, contaminando los acuíferos) y las artimañas de las multinacionales.

Paranoid Park (Gus Van Sant, 2007)

Ésta es de las que hace Van Sant cuando se pone indie. Actores desconocidos (yo diría que no profesionales), jóvenes de mirada perdida y hormonas revueltas como protagonistas (algo muy habitual en Van Sant), bastante cámara subjetiva, saltando un poco (tampoco nos pasemos de radicales) el orden cronológico de la historia... No está mal pero tampoco es nada del otro mundo. Skaters y la extraña muerte de un vigilante del tren.





The Secret Life of Walter Mitty (Ben Stiller, 2013)

Por una vez, Ben Stiller aparca las muecas y las comedias para subnormales (lo cuál es un alivio) y trata de que le tomen en serio. Le sale, pero a medias. Tampoco es culpa suya el daño que hacen las promociones cinematográficas y que la vendieron como el nuevo "Forrest Gump" (película descaradamente sobrevalorada, por cierto) Flaco favor le hace la comparación porque al que le gustó la de Zemeckis verá que está no tiene nada que ver y al que no le gustó, la mirará con reparo. Stiller es un oficinista gris. Era un zagal dinámico, creativo y prometedor pero trágicas circunstancias truncaron lo que pudo haber sido. Un acontecimiento fortuito hace que tome las riendas de su vida. Salí así una película de cierto "realismo mágico" (con todo el respeto) porque es bastante inverosímil que alguien cambie radicalmente su vida con un chasquido de dedos. A su favor, que Stiller está contenido por una vez; una fotografía muy chula y un secundario, Adam Scott, que lo clava en su papel de hijolagranputa. Sean Penn pasaba por allí.

Retreat (Carl Tibetts, 2011)

Una pareja encarnada por Cillian Murphy y Thandie Newton intentan recomponer su matrimonio es una pequeña isla inglesa en la que solo está la cabaña en la que ellos se alojan. Un día llega un extraño con ropaje militar (Jamie Bell) quien les dice que una virus se ha desatado y que hay que convertir el "cottage" en un búnker. La película es intensa, entretenida y nos mantiene durante gran parte del metraje con la duda de si el forastero dice la verdad o está alucinando pepinillos. La recomiendo si os mola pasar un rato de suspense.




This is the End (Seth Rogen y Evan Goldberg, 2013)

File:This-is-the-End-Film-Poster.jpg
Un ejemplo muy claro de mi masoquismo fílmico. La prueba de por qué me considero cinéfago y no un cinéfilo es que me trago putas mierdas como ésta antes que bajarme una película cultureta. Sabía que esta película iba a ser basura y como me suele pasar cuando tengo ese feeling, acerté. Ya he dicho antes que el comediante Seth Rogen me cae bien (será porque no es el típico guaperas, está fondón y va de graciosete ¿a qué me sonará eso?) pero se ha convertido en uno de los niños mimados de Hollywood y la industria le da millones para que haga realidad cualquier mongolada que se le ocurra. Y este engendro es el vivo ejemplo. Un grupo de actores que están tomando el relevo generacional en la Meca del Cine se autoparodian (utilizando sus propios nombres) para dar vida a una megaparty que se va a cascala por...¡¡¡el Fin del Mundo!!! Cágate, lorito. La verdad es que es bastante aburrida y carente de imaginación. Más bien parece una apuesta entre esos mismos actores en una fiesta en el mundo real. ¿Qué os apostáis a que si propongo esta estupidez a los estudios me la van a dejar filmar? debió de pensar Rogen. Y dicho y hecho.

jueves, 3 de abril de 2014

Esta Casa (Blanca) es una ruina

Olympus has fallen (Antoine Fuqua, 2013) vs White House Down (Roland Emmerich, 2013)

Siempre me ha hecho gracia esto de que salgan a la vez dos películas clavadas. Supongo que serán rollos de puteos entre estudios de cine. Flaco favor para el espectador porque excepto en el honroso caso de Las Amistades Peligrosas (Stephen Frears) y Valmont (Milos Forman), directamente se podrían ahorrar el hacer no solo dos películas sino ni siquiera una. Para muestra, un botón: Armaggedon/Deep Impact.

Pues lo mismo pasa en esta ocasión. A dos lumbreras sobrados de creatividad se les ha ocurrido hacer en el mismo año dos películas sobre asaltos a la Casa Blanca. Y las dos son basura, aunque si White House Down es una mierda, hay que decir que Olympus has fallen es una PUTA mierda.

Y la lógica dicta que no debería ser así, a priori. Olympus... está dirigida por Antoine Fuqua, que no es Scorsese precisamente, pero desde que dirigió Trainning Day parece que se le había sacado del apartado "artesanos de la acción al servicio del actor repartehostias de turno". Esta película demuestra que lo deben devolver urgentemente a ese cajón. También tenemos a dos actores solventes que han sabido demostrar su versatilidad...en otros trabajos: Gerard Butler y Aaron Eckhart. Poco pueden hacer con los papeles de cartón-piedra que les han tocado.


File:Olympus Has Fallen poster.jpg

Dejando a un lado la curiosidad de que el papel principal de héroe americano que se carga el solito a todos los malos que ni el Ejército ni la policía pueden cargarse, lo interpreta un actor escocés (será que no hay actores yanquis), la película es infumable, lenta y aburrida. Los malos malísimos son unos terroristas norcoreanos que, con dos cojones, logran ocupar la Casa Blanca y retener a toda la Cúpula del Gobierno de los Estados Unidos: presi, vicepresi, Secretaria de Estado, Jefe del Ejército y hasta un bedel que pasaba por ahí... Vamos, un pleno al quince. A pesar de la improbabilidad de que algo tan brutalmente inverosímil suceda, no hay ni pizca de sentido del humor en este film, que se toma patéticamente en serio. Añadimos los efectos especiales de Play Station 1 y ya tenemos la puta mierda servida.

Claro, con estos mimbres, no me extraña que me caiga simpática White House Down, de Roland Emmerich, que me parece una mierda, a secas. El director alemán es como ir a un McDonald's: te puede gustar o no, pero ya sabes lo que te espera. No te engaña. Sabes que toca un mainstream recaudador de perras de encefalograma plano: cámara mareante, música estridente, cámaras lentas, chistes malos, niños repelentes... Pero, precisamente por eso, sale ganando en este particular duelo

Emmerich no se toma en serio y no se nos toma en serio. Yo creo que se lo pasa de puta madre haciendo la misma película una y otra vez, vaya de Cataclismos, invasiones alienígenas o los pobladores de la tierra de hace 10.000 años. Y eso se nota. Nos da una palmadita en el hombro y con mirada cómplice nos dice: hey, que estamos pasando el rato, ¡¡coge otro puñado de palomitas!! Es un tipo entusiasta que ya en Alemania hacía película pseudo-yanquis. Transmite buen rollo porque cada película confirma que él ha cumplido su sueño. Está en Hollywood, coño.

Se permite algunas licencias que hacen que la película sea menos indigesta y que solo su condición de extranjero justifican. Me pone a Jamie Foxx de presidente negro (guiño a Obama, supongo) y lo convierte en un tipo llano y simpático. Al presi de la otra película (rubio de mandíbula cuadrada) le había pasado una desgracia 18 meses antes del ataque. Aún no se ha recuperado y va y que le invaden la casa unos ocupas con mala hostia. Así que está todo el rato entre circunspecto, estupefacto y reconcentrado (toma despliegue, he estado mirando el Diccionario RAE). Así que llega un momento en que hasta nos apetece que le peguen un tiro.

File:White House Down poster with billing block.jpg

El héroe en este caso es Channing Tatum (nombre muy USA por cierto, a lo Chip o Skip), un tipo agorilao mil veces peor actor que Butler, pero que está de moda ahora. Como suele pasar en este tipo de productos, el talento del protagonista es mil veces inversamente proporcional al del actor que encarna al malo. Y ¿quién tenemos de cabroncete? (tachaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaan) a ¡¡¡James Woods!!!, el puto amo. Eso sí, también es, junto a De Niro, uno de los actores que más se imitan a sí mismos. Tanto que parece que solo tienen un personaje en registro con las mismas muecas y gestos. Y está al mando de... un grupo paramilitar de blancos estadounidenses cabreados porque creen que su presidente es un blando. ¡¡¡Ahí tus cojones, Emmerich!!! A eso no se atreve cualquiera. Vamos, mil veces más creíble que lo de los norcoreanos.

Así que, con estos mimbres, resulta que Emmerich ha hecho la película que supuestamente debería haber hecho Fuqua y viceversa. Cágate.

Aún así, con perder yo el tiempo creo que ha sido suficiente. Os recomiendo que no os destrocéis las neuronas con estos engendros que no sirven ni para pasar el rato. Yo es que soy así de masoca.



martes, 18 de marzo de 2014

Dos fines del mundo...diferentes

Que sí, que soy un pesado. Fin del mundo en la entrada anterior y fin del mundo ahora...y por partida doble. ¡¡¡Qué le vamos a hacer!!! Cada uno tiene sus filias y sus fobias. Y es que el apocalipsis me trempa.

Perfect Sense (David Mackenzie, 2011)

Una Historia de Amor en el marco de un particular fin del mundo, provocado por una epidemia de origen desconocido que afecta a los cinco sentidos. Con esta premisa general ciertamente original se hilvana la historia particular de dos personas que se encuentran. Él es un chef de cocina encarnado por Ewan McGregor. Ella es una científica que, precisamente, está estudiando por qué se produce este fenómeno que desata el caos en la Humanidad.

Muy claras ha de tener uno las cosas para combinar dos argumentos tan potentes, que darían para dos películas separadas. Puede pasar como ocurre en este film, que nunca acaba de pillar el tono. Obviamente, no puedes pedir una aproximación "real" pero si verosímil (esto es, que en el conjunto de la película tenga sentido) Y esta historia de dos enamorados tan pronto se ve afectada de lleno por lo que está viviendo el Planeta como que, en otros momentos, la pareja es totalmente ajena a lo que pasa a su alrededor (como si eso fuera tan fácil)
File:Perfect Sense.jpg

Centrándose en este enamoramiento, el director desaprovecha la oportunidad de desarrollar de manera interesante la vertiente que a mi me parece mucho más estimulante: cómo afectaría a los seres humanos una modificación sustancial de su modo de relacionarse con su entorno. Ahí si que había un filón para una gran película filosófica, que era lo que demandaba la situación entre tanto zombi, infectado y tanta pollez que tan solo explota la parte gore y sangrienta.

Pero, no. Oh l'amour, siempre el puto amour que entorpece la película, no aporta nada (su historia de amor no es nada especial, ni diferente a otras con las que nos hayan dado la chapa en el cine de ayer y de hoy)

Así que nos quedaremos con las ganas de la película que podría haber sido y no fue.

The Cabin in The Woods (Drew Goddard, 2012)

Aunque sea injusto con el director, para mi ésta es más una película del productor Joss Whedon (que produce y co-escribe está película). Reconozco que a mucha gente esta película le parecerá una puta mierda. Dirán: "el mismo rollo gore de siempre". Pero como Whedon me cae simpático voy a perder cualquier atisbo de imparcialidad.

Me encantó Buffy la Cazavampiros, serie que catapultó a este director, productor, guionista y autor de comics norteamericano. Y fui un incomprendido por ello. Es difícil que de una serie sobre vampiros, demonios y otros monstruos mil veces vistos se pueda decir que es original, pero Buffy lo era. Mezclaba y retorcía lo ya existente para darle a estos mitos una nueva vuelta de tuerca, mezclándolo con los típicos picores que le entran a uno en el instituto (rollo "me gustas", "le gusto", "nos gustamos", "me toco con el catálogo del Venca". Sufrí por ello el escarnio de mis amigos que me preguntaban qué hacía viendo esa estupidez a mis treinta y pico años. Tan solo he encontrado otra serie comparable: Los Simpson. Bajo el caparazón de una serie adolescentil, la primera, y de unos dibujos animados, la segunda, se encuentran segundas lecturas mucho más profundas.
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Esto de usar un barniz superficial para algo que es lo de siempre pero más, lo han trasladado Whedon y Goddard (colaborador suyo en Buffy y otros proyectos) a The Cabin in the Woods. Olvidaos de "revitalizaciones de género" estilo Wes Craven y Scream. Eso es puro oportunismo sin ningún talento. Susto fácil y aburrimiento. Pero aquí, si rascamos en lo que parece la enésima película de terror sangriento con sus cheerleaders y sus capitanes del equipo de fútbol americano, su porreta graciosete, sus psicópatas de ultratumba... encontraremos una original propuesta con un contagioso humor negro (impagable la escena de dos "oficinistas" riéndose de un paleto).

¿Y sí todos los los personajes malignos y leyendas terroríficas tuvieran un origen común y hubieran sido inventadas para evitar hacer frente a un horror mucho mayor? Esa es la madre del cordero. De modos que las persecuciones, las heridas sangrantes, los sustos fáciles y los gritos son tan solo lo que pasa. Pero el POR QUÉ pasa: la perversión de estos estándares, los verdaderos motivos que se esconden tras lo que está sucediendo: eso es lo más logrado en este film y lo que convierte a la película en una agradable sorpresa.

Contamos con la guinda de ese actorazo que es Richard Jenkins (el típico que uno ha visto en trescientas películas pero del que nunca sabes el nombre) en el papel de un funcionario muy particular. También aparece Sigourney Weaver pero unos minuticos. Y está bastante discreta.

miércoles, 12 de marzo de 2014

Apocalipsis made in UK

El otro día leía un artículo. Analizaban las series americanas frente a las inglesas y señalaban que éstas últimas se ven beneficiadas por su corta duración (cada temporada se ventila en una media docena de capítulos) Eso les permite no estar obsesionados por mantener las audiencias. Funcione o no funcione, ¿qué duran seis capítulos? ¿un mes y medio? Como consecuencia, se pueden permitir apuestas más arriesgadas y no contemporizar tanto con el público. Y estoy de acuerdo.

Me he visto la primera temporada de Utopia. Los tintes apocalípticos ya me predisponían a su favor desde el principio. Además, hay violencia y tacos. Joder, a priori, es mi serie. Obviamente, como no me gusta chafar la historia voy a decir poco sobre el argumento. Simplemente, un grupo de personajes variopintos luchan contra una gran corporación que tiene un plan malvado que afecta al mundo entero. Creo que con eso es suficiente.


Es una serie irregular. Estuve a punto de cabrearme un par de veces por flagrantes fallos de guión. Sorprende e irrita por igual la facilidad de meterse en lugares ultrasecretos que tienen estos esgarramantas sin habilidades especiales cuando en todo momento se recuerda al espectador que los malos son, poco menos que omnipotentes. El creador de la serie debería habérselo currado algo más, en ese sentido.

Pero el tono general es muy logrado. Y la espectacular banda sonora es omnipresente contribuyendo de forma decidida a una atmósfera que oscila entre el hiperrealismo (especialmente en las escenas de violencia) y el surrealismo. Los actores están bien pero tampoco espectacularmente bien. Nadie conocido excepto papeles secundarios destacados para el irlandés Stephen Rea y el inglés James Fox (aquí en una perversión del papel de gentleman inglés en el que siempre ha sido encasillado).

Es el tipo de producto televisivo que se echa de menos más a menudo, sobre todo por estas latitudes en las que no se busca más fórmula que copiar descaradamente éxitos de décadas pasadas, con los mismos actores de siempre.

Mientras haya series como Utopia, pero también Black Mirror y los Misfits, entre muchas otras, siempre habrá un espectador como yo dispuesto a verlas.

viernes, 7 de marzo de 2014

El Ajo Cinematográfico

La Sexta 3 emite una media de 7 películas diarias lo que significa unas 2.555 películas al año.

Paramount Channel emite una media de 12 películas diarias lo que significa unas 4.380 películas al año.

¿Alguien me puede hacer creer que no hay ese número de películas DISTINTAS para no tener que redifundir una y otra vez las mismas? Y puestos a repetir, ¿tienen que dañarnos los ojos con bazofias infumables en vez de películas decentes? ¿Es de recibo que las películas que más da la sensación de ser puestas y repuestas por enésima vez sean las de Bud Spencer y Terence Hill, Dolph Lundgren o Chaka Chaka Norris?

Vamos a ser generosos. Dejemos que se repita la misma película dos veces al año. Eso da una media de 1.277 películas anuales en la Sexta 3 y 2.190 en Paramount. Y si ya (vamos que nos vamos), aceptamos que echen el mismo film hasta 3 veces, se cubrirán los doce meses con 851 películas en la Sexta 3 y 1.460 en el canal Paramount.

Pregunta retórica: ¿De verdad que no hay esa cantidad de películas en la puta historia del puto cine?

Mi estupor e irritación se incrementan cuando, a causa de ser asiduo espectador de estos canales "de cine", me he dado cuenta de que la apuesta por el cine español y europeo es inexistente (alguna película suelta aquí o allá), que la inmensa mayoría de los clásicos brillan por su ausencia y que los que se emiten se repiten tanto que, por poner solo un ejemplo, han conseguido que acabe hasta los cojones de una obra maestra como El Padrino.

No soy un cinéfilo. No entiendo de cine. Soy un cinéfago. Me gusta ver cine. Y por esa condición de "devorador" de cine, sé que hay miles de películas que podrían emitirse en esos canales: clásicos americanos de serie B, cine español de ayer y hoy, películas europeas de todas épocas y estilos, cinematografías de otros países (ya que no llegan a nuestras salas, estaría bien que se echaran por estos canales de televisión), cine Hollywood, cine Bollywood...Yo qué sé. Será que no hay millones de kilómetros de cine filmados.

Hasta se pueden echar las de Bruce Lee, Van Damme y su puta madre, que también tendrán su público. Pero, joder, que no sean tan habituales ni acaparen la programación de muchos días. Y encima, una y otra vez (¡¡¡y rueda molinoooooooo!!!)

Ah, y cuando sea presidente del mundo prohibiré las promociones. ¿Que se cumplen tres años de la Sexta 3? Pues enchufan mogollón de terceras partes a cuál más mierdosa. ¿Qué Dolph Lundgren cumple años? Se pasan todo el día con bodrios del sueco hinchado de clembuterol (cojones, ¿Por qué no hacen lo mismo cuando cumpla años De Niro, Kubrik, John Huston, John Ford?)

Yo celebré con ilusión la llegada de dos canales temáticos de cine. Y públicos. Ahora, sigo viéndolos (muchas veces es lo menos malo de la tele y hay bastantes películas que están bien) Pero me he "destrempado" mogollón y tanto su sistema de emisión de películas como sus promociones son, simplemente, dantescas. Estoy por denunciarlos al Tribunal de Derechos Humanos.

Es triste porque muchos días lo que hacen se podría calificar lisa y llanamente de "anticine".


martes, 25 de febrero de 2014

Hamor

500 Days of Summer (Marc Webb, 2009)

Aunque siempre digo que a mi no me importan tanto los géneros cinematográficos como que la película que vea sea buena, tengo que decir por lo "bajinis" que la sola mención de comedia romántica me produce bastante grima. ¿Prejuicios? Sí, pero también la experiencia de que por cada película buena (soy fan de Love Actually) hay tres millones de putas mierdas falsas y almibaradas.

Por eso, (500) Días Juntos es una propuesta muy refrescante que afronta una relación romántica de forma muy verosímil. Por fin, una película con la que sentirse identificado y no esa porquería de cuentos de hadas que nos enchufan a diestro y siniestro. El amor es imperfecto, como si lo escribieras con H.

Entre lo más sobresaliente me gustó un guión muy original que opta por saltos en el tiempo para que veamos distintos estadios de la relación. Huir del desarrollo cronológico me atrapó y me metió en la película (con lo fácil que es que se me vaya la pinza y me ponga a pensar en otras cosas a la mínima de cambio). Sabéis que no me gusta destripar la sinopsis. Tan solo contaros que se trata de "chico y chica se conocen. Ella le dice que no busca relación seria. Él dice que sí, que le vale, pero..."

File:Five hundred days of summer.jpg

No hay que olvidar la enorme interpretación de Joseph Gordon-Levitt, un actorazo del quince que ha crecido haciendo películas y ha aguantado la transición de niño a adulto, pasando por adolescente en una industria de Hollywood que se come a la gente con patatas. Hay decenas de niños actores que se han convertido en juguetes rotos. Gordon-Levitt ha sobrevivido. ¡¡¡Y cómo!!! Por su parte, Zoe Deschannel lo hace bastante bien pero no se qué tiene esta chica que me cae mal.

El resto de actores son más bien comparsas. No tienen apenas peso en la historia que está muy centrada en los dos protagonistas. Pero bueno, están correctos, sin afán de contrapunto gracioso que tanto les gusta a tantos directores de comedia pestiño. La película era el debut en el cine del director de videoclips Marc Webb. Hay que agradecerle que haya aplicado en el film algunos logros visuales procedentes de su anterior etapa (animación, música) ahorrándose los típicos errores que cometen este tipo de cineastas cuando cambian de medio (como las cámaras mareantes que tanto me molestan, por ejemplo).

No sé si tendrá que ver con sus raíces videocliperas, pero la banda sonora de (500) días juntos es, simplemente, soberbia. Me la bajé nada más verla.

Con todos estos mimbres, una de las mejores películas (anti)románticas que he visto nunca. Una propuesta muy estimulante que os recomiendo para que os desintoxiquéis de tanta ñoñería. Las pequeñas concesiones hollywoodianas (ya las veréis) se digieren con facilidad y no logran empañar en gran resultado del conjunto.

martes, 18 de febrero de 2014

Sesión Doble en la 2

Animal Kingdom (David Michôd, 2010) y Frágiles (Jaume Balagueró, 2005)

Ayer vi prácticamente una doble sesión en la 2 (dos películas tan solo separadas por 25 minutos de telediario) y la sensación fue agridulce. Aunque para lo que suelen echar en la tele, ver dos películas medianamente interesantes de forma seguida es todo un lujo. Superada la inicial pereza que me da la segunda cadena de TVE (sí, por muy cultureta que me tenga y me tengan es más habitual que me vea el películón comercial de turno que la independiente que echen en la 2) me preparé mentalmente para encarar Animal Kingdom, de nacionalidad australiana, que confirmó mis sospechas cuando la vi anunciada: es malrollera.

Yo de cine australiano solo conozco a Cocodrilo Dundee (cuyas pelis dudo que sean australianas) y a todos esos actores que importa Hollywood y que son un capazo (Nicole Kidman, Hugh Jackman, Sam Neill, Russell Crowe...) En esta película sale Guy Pearce, que entra en el grupo anterior, en el papel de un policía.

Joshua se va a vivir con sus tíos y abuela cuando su madre la palma de una sobredosis de heroína. Por lo que me pude enterar (sí, soy de los que si puede ven las películas en versión original. Y sí, el acento australiano es jodidamente difícil de entender) sus tres tíos y su primo son unos prendas que el que no se chuta, atraca bancos o todo junto. Parece que con la muerte de su madre la vida de Joshua no podría ir a peor pero teniendo en cuenta la parentela con la que ha ido a compartir techo, las cosas de ponen peor.

Como me jode que me cuenten las películas, no voy a ser tan capullo que contaros lo que pasa. Aprovecharé para cagarme en los resúmenes de películas que hacen en la 2 (¡¡¡justo antes de la puta película!!!) en la que, directamente, te lo cuentan todo. Yo estuve por decir ¡a cascala! y ver otra cosa porque, literalmente, me chafaron la historia. Es como los culturetas de las revistas de cine que parece que para hacer una crítica te la tienen que destripar. Yo deje de leer "Dirigido por..." por ese motivo.

File:Animal kingdom poster.jpg

Puedo deciros, eso sí, que he visto retratos de familias desestructuradas menos forzados y estereotipados (en términos de película de familias desestructuradas), en los que las escenas suceden de forma lógica y no se acumulan como aquí en una constante ida y venida (vaya mareo) Las películas pueden contar una o varias historias, pero algo falla si esas historias están tan metidas con calzador en el metraje de la película como japoneses en el metro. Al final, te llegar a dispersar, pensar en la lista de la compra del día siguiente y, finalmente, a aburrirte.

Tras el telediario, le tocaba el turno a Frágiles, de Jaume Balagueró. Hay que partir de la base de que me gusta lo que hace este director, pero no lo considero un autor con estilo identificable. Para mi es un muy competente artesano del terror y el fantástico. Que conste que no es una crítica. Constato un hecho. Muchos de los que tienen tantas ínfulas artísticas son unos gilipollas y muchos grandes artesanos pasan tristemente desapercibidos sin pena ni gloria. Me alegro de que Balagueró tenga el buen nombre del que disfruta actualmente gracias al puñado de buenas historias que ha dirigido (y escrito también varias de ellas), entretenidas y siempre bien contadas.

Frágiles es la historia de un fantasma bastante cabrón que putea a los niños de un Hospital, que están a punto de ser evacuados a otro centro sanitario. ¡¡¡Hombre, algo tengo que contar sino tendré que decir "es una película que va de algo y en la que sale alguien"!!! Así que no faltan hechos inexplicables, sustos, ruidos, presencias. Balagueró se ayuda de actores muy solventes como el (también australiano) Richard Roxburgh (el Drácula de la infumable Van Helsing), Elena Anaya y...tachán Calixta Flockhart (Ally McBeal), señora que me da bastante grima pero que aquí no lo hace mal.

Al contrario que la película anterior, Frágiles relata una historia muy sencilla, de manual, fácil de seguir y que se enmarca en las películas entretenidas de suspense y terror. No inventa nada. No lo pretende. Y te pasas un rato entretenido. Suena a El Orfanato (de Juan Antonio Bayona) pero hay que aclarar que la de Balagueró fue rodada dos años antes.

Curiosities: el inglés de Elena Anaya es muy bueno (la película fue rodada en ese idioma) y los niños-actores lo hacen muy bien (que hay otros que solo recitan el papel)


lunes, 17 de febrero de 2014

La Dolce Vita ... de Mierda



La Grande Bellezza (Paolo Sorrentino, 2013)

Jep Gambardella ha escrito una novela en toda su vida; su gran canto de cisne de cuyas rentas ha vivido durante décadas. Ha preferido ir realizando artículos periodísticos y entrevistas alimenticias que le hastían, porque de tanto ir de fiesta en fiesta parece que no ha encontrado el momento de volver a la literatura. Sus fiestas con variopintos personajes de la alta sociedad, sus paseos por una Roma en quietud, las conversaciones con los dos o tres amigos "reales" que tiene, algún escarceo amoroso (más bien sexual)...ocupan el tiempo de alguien que no espera nada más de la vida sino que vaya pasando de forma más o menos entretenida.

El director italiano Paolo Sorrentino hace recaer en este personaje omnipresente la labor de explorador que nos guía a través de la selva que es la decadente alta sociedad romana. Las actrices y modelos trepas se mezclan con los empresarios pervertidos, los nobles que se alquilan, los/las profesionales liberales que forman parte de esta élite a la que tanto detestaban desde su militancia juvenil de izquierda, los cirujanos plásticos de 800 euros la inyección de botox aplicada en cinco minutos en una sucesión de fiestas bizarras y conversaciones de resaca.


El bodegón se le queda difuminado a Sorrentino. Para empezar, quiere demasiado a su personaje principal, Jep Gambardella, a quien mima a pesar de ser igual de hijo de puta que el resto de gente con la que se codea. Le permite tener una lengua viperina que castiga a los mismos con los que se va de juerga cada noche. Da la sensación de que no puede evitar codearse con esa élite corrupta, pero a mi no me parece más que una excusa para que este escritor que no ejerce se salve de la quema general. Y eso no mola.

Por otro lado, cuando de la crítica se pasa a la parodia y de la parodia al esperpento, uno corre el riesgo de alienar al espectador. Tampoco ayuda que no haya ninguna historia reconocible sino una sucesión de estampas que intentan ejemplificar la existencia disipada de los que más tienen. Vamos, la película podría haber durado media hora, dos horas o cuatro días. Llamadme conservador, pero sigo apostando por las películas de inicio, nudo y desenlace; con una historia reconocible que seguir.

Tiene momentazos pero, en general, no consigue lo que pretende porque al director le cae demasiado simpático su protagonista y porque su crítica social se deviene en ópera bufa.

viernes, 14 de febrero de 2014

Fucking Loser

The Wrestler (Darren Aronofsky, 2008)

Randy "The Ram" Robinson (interpretado por Mickey Rourke) es un perdedor de mil pares de cojones. Estrella de la lucha esa de mentiras que tanto les mola en Estados Unidos veinte años atrás, ahora languidece haciendo llaves y recibiendo hostias en rings de cuarta división. Lo más parecido que tiene a una pareja es una stripper, su hija no quiere saber nada de él, no tiene un puto duro, vive anclado en el pasado... Vamos, la típica historia de fucking losers que tan dura se la pone a los de Hollywood. Y si, además, se vende como "el retorno" de Rourke y le añadimos un director que sorprendió con su primera película (Pi) pero que luego ha sido devorado por la Industria, tenemos el pack completo para una experiencia agridulce.


The Wrestler es un buen intento, pero un intento al fin y al cabo. Historias de perdedores en el cine hay cuarenta mil y mejor contadas. Tampoco hay que sobrevalorar la actuación de Rourke. Porque Rourke no es un mazas cualquier en el cine, sino un buen actor al que se le fue la pinza a base de Clembuterol, pesas y boxeo, destrozando él solito su carrera. Por lo tanto, no puede sorprender que en esta película tenga cierta capacidad interpretativa, aunque a mi tampoco me pareció la leche.


File:The Wrestler poster.jpg

La historia es un cúmulo de tópicos que, para colmo, están demasiado esquematizados. Su hija aparece por ahí en dos ratos y el director la despacha pronto. La stripper es una Marisa Tomei de la que el director parece más interesados en mostrar unas tetas y un culo bien puestos a pesar de sus cuarenta y pico de años a cuestas y la supuesta mala vida del personaje.

El punto de inflexión es un ataque al corazón que sufre el protagonista y que podría haberle llevado a cambiar de vida. Pero todo lo que le prometía recuperar la felicidad perdida se le va a la mierda en cinco minutos de metraje atropellado (una forma muy burda de precipitar los hechos) y Randy se da cuenta de que  a lo único que puede agarrarse es a la Lucha Libre. Todos esos paletos que van a verle dar mamporros resultan ser su única familia.

El típico ejemplo de la película que podría haber sido pero que al acomodarse a los dictados de Hollywood y el gusto por el estereotipo se ha quedado en un "filmus interruptus".

martes, 11 de febrero de 2014

Ciencia Ficción Express

Elysium (Neill Blomkamp, 2013)

Elysium es lo que en lenguaje cinematográfico estrictamente técnico se llama "puto coñazo". Ya me pareció muy sobrevalorada District 9, la anterior película de este director cuyo mérito, intuyo, es que era una película de ciencia-ficción sudafricana. Y eso es se ve que es muy exótico y un pasaporte a Hollywood. Es una película de acción futurista tremendamente aburrida, lo que me parece tan chocante como las toallas que no secan o los cuchillos que no cortan: incumplen su objetivo principal. Los personajes están estereotipados hasta la vergüenza ajena y los actores sobreactúan tanto que parecen Swarchzenegger en un día malo. Yo creo que la película ha sido una excusa para que Matt Damon, que estaba muy fondón, haya hecho una pilates intensivo para ponerse mazas otra vez.
File:Elysium Poster.jpg

Europa Report (Sebastián Cordero, 2013)

Europa Report es lo contrario que el bodrio anterior. Tiene mucho menos presupuesto y mucho más talento. Ayuda un equipo internacional en el que curiosamente se encuentra el sudafricano Sharlto Copley, que también aparece en Elysium. En este caso, el tipo se ve que estaba más centrado y comedido (por cierto, joder que raro es el acento sudafricano si lo escucháis en versión original) También tenemos a Michael Niqvist (el de la trilogía sueca Millenium, basada en las novelas de Larsson), Anamaría Marinca (que lo petó con la peli rumana cuatro meses, tres semanas y dos días), Christian Camargo (el malo en una temporada de la serie Dexter), Dani Wu (uno de los actores chinos más conocidos)... todos ellos dirigidos por el ecuatoriano Sebastián Cordero.
File:Europa Report Official Poster.jpg

El resultado es una entretenidísima película que usa el recurso del metraje encontrado (se cuentan los hechos después de acaecidos gracias a los vídeos grabados en su momento), que no marea con el continuo cambio de cámara, algo que no es fácil y que explora la posibilidad de la vida en el satélite Europa, que orbita sobre Júpiter. Sobran las ganas de culminar con una explicación final bastante floja un desarrollo que se hubiera rematado de forma más interesante con un final abierto.

After Earth (M. Night Shyamalan, 2013)

Cuando uno se hace famoso como actor de Hollywood; una megaestrella del copón, corre el riesgo de creer que también puede ocuparse de otras facetas como la escritura de un guión o la dirección. A veces sale bien, pero otras simplemente se aplica eso de "zapatero a tus zapatos". Will Smith se casca una paja mental en esta película con el descarado objetivo, entre otros, de lanzar a su hijo para que le releve como estrella jolibudiense (el zagal es un clonito de su padre para lo bueno y para lo malo) Su papi produce la película y es el autor (juas juas) de la idea original de la película. Imaginaos, aparecer en los títulos de crédito por decir "esto va de volver a un Planeta Tierra que había sido abandonado hace cientos de años por los humanos. Ah, y también hay algún alienígena malo".

File:After Earth Poster.jpg


No llega a ser la mierda de Elysium, pero no es ni la mitad de interesante que Europa Report (y eso que tampoco estamos hablando de una obra maestra) Por ahí está metido el director M.Night Shyamalan, al que en los últimos años veo un poco perdido. Y me jode, porque sus películas más personales (siempre enmarcadas en el mainstream) siempre me han gustado en mayor o menor grado (El Sexto Sentido, El Protegido, Señales, La Mujer del Agua, el Incidente...) Pero todo lo que ha ganado en presupuesto su adaptación del cómic Last Airbender y aquí, en After Earth lo ha perdido en margen de maniobra hasta convertirse en un simple "mandau". Para el que conozca su obra, resulta bastante patético el intento de climax final que intenta imitando los que tan bien le han salido en otras películas (y que en alguna ocasión han logrado ponerme la piel de gallina)

Se puede ver. Sin más.



Adiós, Gandolfini, adiós

Sobran las palabras/Enough Said (Nicole Holofcener, 2013)

Que James Gandolfini es un actor de puta madre, muchos lo sabemos. Que estaba encasillado por su físico, también. Y si no fuera gracias a Los Soprano, habría quedado relegado a papeles de reparto más o menos importantes. Por eso ver esta película es una sensación agridulce: es un papel protagonista; en una comedia que nada tiene que ver con sus otros papeles de duro. Gandolfini lo borda y nos demuestra el rumbo que podría haber tomado su carrera si no hubiera muerto el año pasado de un ataque cardiaco. ¡¡¡Mierda!!!

Es impresionante como un tipo de más de 120 kilogramos y metro ochenta y pico de altura puede clavar el personaje de un tipo divorciado, bonachón, no muy avispado con las mujeres y acomplejado precisamente por sus dimensiones. Nada que ver con esos matones seguros de sí mismos que no duden en reventar cabezas a la mínima de cambio a los que nos tiene acostumbrados.



El personaje interpretado por Gandolfini conoce por casualidad a una mujer (Julia Louis-Dreyfus) No es un flechazo peliculero de esos que tanto daño han hecho. Al principio, a ella ni siquiera le atrae él. Pero se van gustando y establecen una relación. Hasta que conoce por casualidad a la ex mujer, quién empieza a hablarle de los defectos de este grandullón.

Lo que podría haber sido una cutre comedia de enredo, con coincidencias sospechosas, se convierte en una historia totalmente verosímil con tonos agridulces con la que es fácil ponerse en la piel de los personajes y sentirse identificado. Nada rocambolesco made in Hollywood. Cero aspavientos innecesarios.

Una historia cercana, excelentemente interpretada y que te deja una sonrisa en los labios que a veces se te queda congelada.