martes, 25 de febrero de 2014

Hamor

500 Days of Summer (Marc Webb, 2009)

Aunque siempre digo que a mi no me importan tanto los géneros cinematográficos como que la película que vea sea buena, tengo que decir por lo "bajinis" que la sola mención de comedia romántica me produce bastante grima. ¿Prejuicios? Sí, pero también la experiencia de que por cada película buena (soy fan de Love Actually) hay tres millones de putas mierdas falsas y almibaradas.

Por eso, (500) Días Juntos es una propuesta muy refrescante que afronta una relación romántica de forma muy verosímil. Por fin, una película con la que sentirse identificado y no esa porquería de cuentos de hadas que nos enchufan a diestro y siniestro. El amor es imperfecto, como si lo escribieras con H.

Entre lo más sobresaliente me gustó un guión muy original que opta por saltos en el tiempo para que veamos distintos estadios de la relación. Huir del desarrollo cronológico me atrapó y me metió en la película (con lo fácil que es que se me vaya la pinza y me ponga a pensar en otras cosas a la mínima de cambio). Sabéis que no me gusta destripar la sinopsis. Tan solo contaros que se trata de "chico y chica se conocen. Ella le dice que no busca relación seria. Él dice que sí, que le vale, pero..."

File:Five hundred days of summer.jpg

No hay que olvidar la enorme interpretación de Joseph Gordon-Levitt, un actorazo del quince que ha crecido haciendo películas y ha aguantado la transición de niño a adulto, pasando por adolescente en una industria de Hollywood que se come a la gente con patatas. Hay decenas de niños actores que se han convertido en juguetes rotos. Gordon-Levitt ha sobrevivido. ¡¡¡Y cómo!!! Por su parte, Zoe Deschannel lo hace bastante bien pero no se qué tiene esta chica que me cae mal.

El resto de actores son más bien comparsas. No tienen apenas peso en la historia que está muy centrada en los dos protagonistas. Pero bueno, están correctos, sin afán de contrapunto gracioso que tanto les gusta a tantos directores de comedia pestiño. La película era el debut en el cine del director de videoclips Marc Webb. Hay que agradecerle que haya aplicado en el film algunos logros visuales procedentes de su anterior etapa (animación, música) ahorrándose los típicos errores que cometen este tipo de cineastas cuando cambian de medio (como las cámaras mareantes que tanto me molestan, por ejemplo).

No sé si tendrá que ver con sus raíces videocliperas, pero la banda sonora de (500) días juntos es, simplemente, soberbia. Me la bajé nada más verla.

Con todos estos mimbres, una de las mejores películas (anti)románticas que he visto nunca. Una propuesta muy estimulante que os recomiendo para que os desintoxiquéis de tanta ñoñería. Las pequeñas concesiones hollywoodianas (ya las veréis) se digieren con facilidad y no logran empañar en gran resultado del conjunto.

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