lunes, 23 de junio de 2014

El Magazine Perfecto

Como teleadicto, me he alegrado muchas veces de pillar las cadenas catalanas. Dejando aparte su papel como instrumento político (en el caso de las públicas) y centrándome en su aspecto de información y entretenimiento, encajan en general en mi concepción de lo que debe ser la televisión: producción propia, alejarse de telerrealidades y programas que hurgan en los más bajos instintos... 8tv era una televisión local de Barcelona que con el boom de la TDT se ha convertido en lo que puede denominarse como el canal privado más importante de Cataluña.

Es de medios modestos pero en su programación tiene un diamante que me parece, sin exagerar, el mejor magazine de tarde que existe en la televisión española (al menos de las cadenas a las que yo tengo acceso). De hecho, para mi es el modelo casi perfecto de programa de entretenimiento de tarde. Está encabezado por Alfonso Arús, quién me parece un profesional del copón y cuya larguísima trayectoria en televisión no vamos a descubrir a nadie. El programa que defiende desde doce temporadas se llama Arucitys y yo lo he descubierto en esta última.

Lo primero que mola es el buen rollo que desprende todo el equipo: los de delante y los de detrás de las cámaras. Hombres, mujeres, heteros, gays, jóvenes, menos jóvenes. Parece que han ensayado la fórmula en el laboratorio porque consiguen una combinación muy equilibrada.

Es una filosofía diametralmente opuesta al malrrollismo tipo Sálvame que potencia la rivalidad de los "colaboradores" para generar audiencia. Arucitys habla de todo: corazón, actualidad, televisión, deportes, sucesos, el tiempo... Así que lo puedes ver enterito o te miras el/los trozo/s que más te gusten. Cuando tienen que criticar, lo hacen con inteligencia, sin necesidad de faltar. Con ironía, un concepto que haría que los buitres de Sálvame fruncieran el ceño porque desconocen su significado.

Los de Arucitys ni son lameculos ni insultan, que son los dos polos que suelen verse en este tipo de programas. Son frescos y divertidos. Y sobre todo inteligentes, que ya vale de tanto ondas hertzianas de encefalograma plano.


domingo, 1 de junio de 2014

Sexogenarios

Si viéramos a gente joven dándose el lote en la calle seguramente no nos extrañaríamos. Pero si esas dos personas fueran dos abuelos, fijo que pondríamos cara rara en plan: "pero, ¿estos que hacen?¿se les ha ido la pinza?" En esta sociedad de tabús, clichés y normas artificiales el sexo entre personas de la tercera edad es algo poco menos que no existe o no debería existir. Hay incluso expresiones acuñadas como "viejo verde" (aún no he visto yo que a nadie se le llame joven verde por pensar y practicar el sexo). Vaya gilipollez. Se puede disfrutar del cuerpo propio y del del otro a cualquier edad. Y esta película es una canto a esa libertad sexual.

Pues ese es el tema que trata "la Vida comienza Hoy", de la cineasta catalana Laura Mañá. Alrededor de varios personajes que acuden a una clase de sexo en un centro cívico se articula la película que hasta ahora se ha aproximado de una manera más honesta y natural a este tema de entre las que yo he visto. Ayuda, y mucho, la calidad del impresionante reparto, con actrices como Pilar Bardem (que borda el papel de abuela cascarrabias que se libera de su asfixiante vida anterior) o Rosa María Sardá (encarnando muy convincentemente a una sexóloga)



Mañá es muy valiente mostrando sin tapujos el sexo entre mayores enseñando piel con piel y besos de tornillo. No se recrea en ello pero tampoco esconde las escenas íntimas porque se nota que quiere reivindicar la naturalidad con que se debe afrontar este asunto. El abanico de situaciones va desde la masturbación, el flirteo, el sexo apasionado en pareja...

Pero el film va más allá del sexo y también aborda de manera muy naturalista otro tipo de relaciones que competen menos al cuerpo y más a la cabeza y el corazón. La película tiene un tono ligero (en el buen sentido de la palabra, nada de disquisiciones filosóficas) y transita magistralmente entre situaciones cómicas y otras que lo son menos, invitando a la reflexión.

Es una película que recomiendo encarecidamente y Laura Mañá, una directora con una mirada muy personal a la que hay que seguir la pista.