martes, 18 de marzo de 2014

Dos fines del mundo...diferentes

Que sí, que soy un pesado. Fin del mundo en la entrada anterior y fin del mundo ahora...y por partida doble. ¡¡¡Qué le vamos a hacer!!! Cada uno tiene sus filias y sus fobias. Y es que el apocalipsis me trempa.

Perfect Sense (David Mackenzie, 2011)

Una Historia de Amor en el marco de un particular fin del mundo, provocado por una epidemia de origen desconocido que afecta a los cinco sentidos. Con esta premisa general ciertamente original se hilvana la historia particular de dos personas que se encuentran. Él es un chef de cocina encarnado por Ewan McGregor. Ella es una científica que, precisamente, está estudiando por qué se produce este fenómeno que desata el caos en la Humanidad.

Muy claras ha de tener uno las cosas para combinar dos argumentos tan potentes, que darían para dos películas separadas. Puede pasar como ocurre en este film, que nunca acaba de pillar el tono. Obviamente, no puedes pedir una aproximación "real" pero si verosímil (esto es, que en el conjunto de la película tenga sentido) Y esta historia de dos enamorados tan pronto se ve afectada de lleno por lo que está viviendo el Planeta como que, en otros momentos, la pareja es totalmente ajena a lo que pasa a su alrededor (como si eso fuera tan fácil)
File:Perfect Sense.jpg

Centrándose en este enamoramiento, el director desaprovecha la oportunidad de desarrollar de manera interesante la vertiente que a mi me parece mucho más estimulante: cómo afectaría a los seres humanos una modificación sustancial de su modo de relacionarse con su entorno. Ahí si que había un filón para una gran película filosófica, que era lo que demandaba la situación entre tanto zombi, infectado y tanta pollez que tan solo explota la parte gore y sangrienta.

Pero, no. Oh l'amour, siempre el puto amour que entorpece la película, no aporta nada (su historia de amor no es nada especial, ni diferente a otras con las que nos hayan dado la chapa en el cine de ayer y de hoy)

Así que nos quedaremos con las ganas de la película que podría haber sido y no fue.

The Cabin in The Woods (Drew Goddard, 2012)

Aunque sea injusto con el director, para mi ésta es más una película del productor Joss Whedon (que produce y co-escribe está película). Reconozco que a mucha gente esta película le parecerá una puta mierda. Dirán: "el mismo rollo gore de siempre". Pero como Whedon me cae simpático voy a perder cualquier atisbo de imparcialidad.

Me encantó Buffy la Cazavampiros, serie que catapultó a este director, productor, guionista y autor de comics norteamericano. Y fui un incomprendido por ello. Es difícil que de una serie sobre vampiros, demonios y otros monstruos mil veces vistos se pueda decir que es original, pero Buffy lo era. Mezclaba y retorcía lo ya existente para darle a estos mitos una nueva vuelta de tuerca, mezclándolo con los típicos picores que le entran a uno en el instituto (rollo "me gustas", "le gusto", "nos gustamos", "me toco con el catálogo del Venca". Sufrí por ello el escarnio de mis amigos que me preguntaban qué hacía viendo esa estupidez a mis treinta y pico años. Tan solo he encontrado otra serie comparable: Los Simpson. Bajo el caparazón de una serie adolescentil, la primera, y de unos dibujos animados, la segunda, se encuentran segundas lecturas mucho más profundas.
File:CitwTeaserSmall.jpg

Esto de usar un barniz superficial para algo que es lo de siempre pero más, lo han trasladado Whedon y Goddard (colaborador suyo en Buffy y otros proyectos) a The Cabin in the Woods. Olvidaos de "revitalizaciones de género" estilo Wes Craven y Scream. Eso es puro oportunismo sin ningún talento. Susto fácil y aburrimiento. Pero aquí, si rascamos en lo que parece la enésima película de terror sangriento con sus cheerleaders y sus capitanes del equipo de fútbol americano, su porreta graciosete, sus psicópatas de ultratumba... encontraremos una original propuesta con un contagioso humor negro (impagable la escena de dos "oficinistas" riéndose de un paleto).

¿Y sí todos los los personajes malignos y leyendas terroríficas tuvieran un origen común y hubieran sido inventadas para evitar hacer frente a un horror mucho mayor? Esa es la madre del cordero. De modos que las persecuciones, las heridas sangrantes, los sustos fáciles y los gritos son tan solo lo que pasa. Pero el POR QUÉ pasa: la perversión de estos estándares, los verdaderos motivos que se esconden tras lo que está sucediendo: eso es lo más logrado en este film y lo que convierte a la película en una agradable sorpresa.

Contamos con la guinda de ese actorazo que es Richard Jenkins (el típico que uno ha visto en trescientas películas pero del que nunca sabes el nombre) en el papel de un funcionario muy particular. También aparece Sigourney Weaver pero unos minuticos. Y está bastante discreta.

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