jueves, 24 de octubre de 2013

Pasos de Baile ("The Dancer Upstairs, John Malkovich -2002-): Tropezón

Pasos de Baile (The Dancer Upstairs, John Malkovich -2002-) es el debut como director del famoso actor. Lo podría haber hecho peor. Pero no mucho peor. La película es una marcianada: director americano, actores predominantemente españoles interpretando personajes latinoamericanos que hablan un inglés (yo veo las pelis en versión original, soy así de chulo) de guachiguari. Un escritor inglés llamado Nicholas Shakespeare (si su tatatatarabuelo levantara la cabeza...¡¡¡es broma, no sé si están emparentados) que se autoputea mutilando su propia novela. Bueno, así solo tendrá que mirarse al espejo para echarle la culpa al responsable de un guión en el que el autor se ha hecho, básicamente, la picha un lío.

Nos situamos. País latinoamericano sin especificar. Y a partir de ahí no me ha quedado claro nada más. Después de dos horas de peli no sé si se trata el país está en una dictadura o una democracia caciquil y capitalista; si los revolucionarios son terroristas, miembros de una secta o psicópatas a lo Viernes 13, dada su facilidad para cargarse a quién les da la gana sea lo importante que sea. 

La policía secreta, encabezada por Javier Bardem, y encargada de buscar al terrorista, está compuesta por hermanitas de la caridad (hombre, no me jodas). Sus agentes son buenas personas respetuosas con los derechos humanos. Nada de interrogatorios a base de guantazos con la mano abierta. Ahí nadie tortura, solo se pregunta. Hombre, llamadme mal pensado, pero es algo difícil de creer que en países como el que parece retratar Pasos de Baile, la pasma parezca más bien una ONG.


En el lado opuesto, un líder terrorista mesiánico de cartón piedra que sale dos veces puntuales para soltar frases vacías típicas de villano de peli de Chaka Chaka Norris a lo Delta Force. Solo le falta decir: "Mira, que soy más malo que Barrabás, ¿eh?, que no sabes con quién te juegas los cuartos". No duda en utilizar niños y adolescentes que se autoinmolan en aras de la revolución. Vamos, que la peli toma tanto partido que solo le falta al director y al guionista poner en fila a los policías y chuparles el rabo.

De todos modos da igual, porque la investigación es tan solo una parte intermitente (poco creible y mal desarrollada) de una película en la que cabe todo. Sí, amigos, también el puto amor. A Bardem le da tiempo de adorar a su familia, follarse a una puta (interpretada por una actriz española, Natalia Dicenta, que le podría dar clases de inglés a sus colegas de reparto) y enamorarse de otra mujer. No hay conflicto moral de ningún tipo. Así que llega un momento que Bardem parece que interprete tres personajes distintos y que ninguno de ellos sepa de la situación sentimental de su "clon".

Se convierte, pues, en una película en la que las cosas "pasan" y ya está. Joder, para qué intentar que tenga sentido alguno. Vamos, es más inconsistente que unas natillas al sol. Y aburrida. El Malkovich mejor que siga actuando, que de eso sabe. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario